EL SIMPLE SENTIDO DEL AHORA

Escuchar tiene una inmediatez que no tienen los demás sentidos. Esto se debe a que los sonidos son a veces muy repentinos y terminan en una fracción de segundo. Los olores y las vistas suelen durar al menos unos segundos.

Un zorro moviendo las orejas y escuchando.La audición panorámica está relacionada con la forma en que oímos normalmente y, por lo tanto, es mucho más fácil que la visión panorámica.

Escuchando

Escuchar activa y abiertamente todo es un buen primer paso; pero los sonidos de fondo habituales son irrelevantes para los animales. Escucha los cambios.

Escucho atenta las señales de advertencia breves y repentinas, como golpes, gritos o ladridos; incluso los sonidos suaves, como el chasquido de una ramita, son importantes.

En su forma más sensible, la escucha panorámica es una presencia receptiva activa, es una escucha preventiva, siempre lista y a la espera, un segundo antes de que sucedan las cosas.

Para la supervivencia de cualquier animal, es esencial estar alerta a los cambios y movimientos del entorno inmediato. Y, sobre todo hoy en día, con el ruido de las máquinas, es necesario que los animales escuchen.

Escuchar de cerca y de lejos

Imagínate cómo escuchaba el hombre primitivo los jabalíes, búfalos o caballos lejanos, o los tigres, serpientes o insectos sabrosos cercanos.

Depende de dónde te encuentres y de los ruidos de fondo que haya, pero a menudo escuchatenta a perros y niños; por la noche para erizos y búhos. A menudo no los oigo, pero eso es irrelevante, escucharlos es lo más importante.

Un ciervo escuchando el peligro.Escuchar señales concretas es un paso útil, pero inevitablemente limita una conciencia panorámica completa; ; así que siempre busque sorpresas, especialmente tranquilas o distantes Esté atento a lo que aún no ha sucedido, pero que puede suceder en cualquier momento.

No hay forma mejor, más directa ni más accesible que escucha panorámica para dejar de pensar o, al menos, ralentizar los pensamientos durante unos segundos y disfrutar de un momento de paz interior.

Cuando empatizamos con la forma de escuchar de los animales, no podemos pensar. Cuando empezamos a pensar, no somos capaces de escuchar sonidos repentinos.

La escucha panorámica requiere y estimula el estar en el presente como ningún otro sentido.

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